Diferencias estructurales entre el inglés y el español

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Todas las lenguas tienen espacios que llamaremos “flexibles” y espacios que llamaremos “rígidos”. El inglés y el español tienen aspectos que son muy parecidos, pero de eso nos ocuparemos en otro artículo. En éste hablaremos un poco de lo que es distinto.

La cantidad de información por palabra

Una palabra en español tiene mucha más información de gramática (o sintaxis) y de contenido significativo (o semántica) que una palabra inglesa.

Pongamos por ejemplo la palabra “VOY” en castellano. Cuando vemos esta palabra nuestro cerebro hispano-parlante computa todo esto:

VOY

  1. Verbo Ir
  2. Tiempo presente
  3. Primera persona del singular

Al escucharla o leerla no necesitamos que  se le agregue el pronombre sujeto “YO” porque la conjugación del verbo nos dice que es la primera persona singular.

Ahora pensemos en la palabra “GO”. Así, sola sin otras palabras que la ayuden a significar algo más específico, la palabra “GO” tiene muy poco contenido gramatical y es sobre todo una palabra con contenido semántico. Al  escucharla o leerla, recibimos este contenido:

GO

  1. Verbo Ir
  2. Tiempo: No sabemos.

Eso depende de las palabras que lo acompañen:

WILL + GO nos habla de verbo “ir”  en futuro; WOULD + GO nos habla del verbo “ir” en condicional; USED TO + GO nos habla del pasado habitual del verbo “ir”; y así… GO necesita de otras palabras para obtener más contenido gramatical.

       3.  Persona: Y de nuevo, no sabemos.

La falta de marcadores en la conjugación, como en español (Voy-Vas-Va-Vamos-Vais-Van), no nos dice nada acerca de la persona. Es absolutamente obligatorio ponerle el sujeto al lado – un sustantivo o un pronombre – para que sepamos qué persona es.

Para que GO signifique VOY, hay que agregarle una palabra y decir I GO. Este es un caso fácil.

En otros casos como por ejemplo el verbo “poder” en futuro, en castellano se diría “PODRÉ” y en inglés “I WILL BE ABLE TO”.

Para redondear la idea: el inglés es una especie de rompecabezas; es la unión de un montón de pedacitos la que nos trae la idea completa. De algún modo, todo se muestra explícitamente para que sea comprendido.

El español, por otra parte, lo tiene todo condensado en la palabra y no le hace falta hacer esa sumatoria de palabras para significar lo que desea expresar.

¿Cuál es mejor? ¡Ninguna!

Es simplemente un modo de emitir los significados. Si te parece fácil o difícil, considera el idioma chino en el que el “tono musical”, es decir la entonación en DO, o RE, o MI, o FA, o SOL, etc. le añade contenido semántico a la palabra. Es decir, el modo como agregamos contenidos significativos a las palabras varía de una lengua a otra y, en esa variedad, es que aprendemos y disfrutamos su belleza y su gracia expresiva.

La estructura de las oraciones

Una consecuencia de esos modos de expresar los significados es que las estructuras de las oraciones también son distintas. Una oración en español es tremendamente flexible. Cada palabra dentro de una oración en español tiene un significado completo, redondo, bastante exacto; por esa razón es muy fácil mover las palabras dentro de la estructura frasal sin que cambie el significado de la oración. Un ejemplo:

  • Juan fue ayer al cine con Ana

Si la ordenamos de otros modos, podemos decir:

  • Al cine con Ana, fue ayer Juan
  • Ayer, Juan fue al cine con Ana
  • Con Ana, al cine fue ayer Juan

Y hay más posibilidades… El asunto es que cada palabra en castellano tiene tanta “definición”, tiene un contenido tan claro y concreto que, sin importar donde la ponga uno, siempre significa lo mismo. Es una cosa un poco matemática: “El orden de los factores no afecta el producto”.

En cambio, en inglés, las palabras tienen un contenido menos definido, más ambiguo. La exactitud y concreción de un significado no depende de una palabra, sino de varias. Las palabras que juntas producen una idea tienen que estar juntas para poder producir esa idea. Como dijimos antes, si quiero decir “podré hablar inglés muy bien”, en inglés diré: I WILL BE ABLE TO SPEAK ENGLISH VERY WELL. En esa oración, nada puede ser movido de su lugar. Si algo se saca de su puesto y se pone en otra parte, la oración será un caos agramático. Hay otro tipo de oraciones en inglés que sí aceptan movilidad, pero no mucha.

Para terminar esta idea, a la que hay que regresar, las palabras en español son rígidas porque tienen mucho contenido, pero sus oraciones son muy, muy flexibles. Las palabras inglesas, por su parte, son muy, muy flexibles, pero sus oraciones son muy rígidas.

¡Las lenguas son realmente fascinantes!

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