Andrea Micó nació en Carcaixent (Valencia) y hace unos meses, con 22 años, decidió irse hacia el Reino Unido a mejorar su inglés y a buscar una salida laboral que en España no encuentra.
«Estoy viviendo en el Reino Unido desde noviembre de 2012. Vivo en un pueblo llamado Godalming, en el condado de Surrey, a unos 40 minutos en tren al sur oeste de Londres.«
Como otros muchos españoles, Andrea compaginaba sus estudios de Magisterio con un trabajo a media jornada en una tienda de videojuegos.
Las leyes educativas en España, como bien sabemos los que las sufrimos, no tienen un patrón establecido, ni parece que tengan un objetivo claro, por tanto, como nos explica Andrea «uno de los últimos cambios que realizaron en el Grado de Magisterio fue que para terminar la carrera nos pedían un nivel de inglés B1 (First) y posteriormente un B2 para opositar, niveles que, obviamente y gracias a nuestro “genial sistema educativo”, no pude obtener en mi etapa de bachillerato.«
Estas nuevas normas creadas, supuestamente, para que que la fuga de cerebros en España sea total, obligó a Andrea a plantearse un cambio en su vida: «entre que necesitaba estos niveles de inglés y que me vi involucrada en una reducción forzosa y notable de mi jornada laboral, me decidí a embarcarme en una nueva experiencia para aprender inglés.»
Andrea se tuvo que buscar la vida y trabaja de Au Pair en una familia de 3 hijos (17, 14 y 10 años) y, según dice, está encantada y se lo está pasando genial: «puedo decir que estoy muy bien porque no me dan demasiado trabajo, estoy cobrando un “buen” sueldo y lo estoy pasando en grande. Supongo que no toda la gente le ha ido tan bien como me haya podido ir a mi porque depende de la personalidad de cada uno, pero recomiendo que todos aquellos que tengan pensado venir que lo hagan con la mente abierta y decididos a conocer gente y lugares nuevos«.
Al principio, cuando llegas aun país extranjero, las cosas no son fáciles, sobre todo porque no conoces a demasiada gente y no tienes con quien salir y despejarte. «Las complicaciones en cuanto al idioma», dice Andrea, supongo que como todos: tener que preguntar mil veces qué dicen, que te lo expliquen de otra forma o te digan algún sinónimo… pero poco más».
Andrea está encantada como le han acogido en UK, y de su familia de acogida, solo habla maravillas: «la familia me acogió muy bien ya que yo soy su décima Au Pair y ya tienen experiencia en cómo tratarnos y ayudarnos. Cuesta un poco acostumbrarse al ritmo de la familia ya que cuando llegas tienes muy poco tiempo para asimilar todo lo que tienes que hacer y cómo hacerlo, y más si tienes que conducir un coche inglés todos los días para llevar a los niños al cole».
Andrea es valiente, yo, en cinco años en Londres, jamás me atreví a conducir un coche con el volante en el lado opuesto…me liaba con las marchas y apretaba el freno en vez del acelerador…también debo admitir que yo soy un poco desastre en el tema de la conducción 😉
Me interesa saber si Andrea está aprendiendo el inglés que pensaba que aprendería, porque muchos marchamos al extranjero pensando que en una semana ya tendremos un inglés fluido…y cuesta unos cuantos días más..«Estoy aprendiendo bastante inglés, aunque a ritmos bastante desiguales«, nos comenta, «por ejemplo, en cuanto a mi nivel oral, he observado que se ha incrementado la fluidez y el vocabulario aunque me falta por perfilar la gramática. La parte que más he desarrollado es la lectura y el oído ya que prácticamente todas las series y películas las escucho en V.O. con subtítulos en inglés.»
En general, aprender inglés no es fácil, a menos que estés motivado y realmente lo quieras hacer, Andrea piensa que «partiendo de que en España el 90% de los españoles tenemos una base de inglés nefasta tengo que decir que me cuesta mucho, eso si, una vez vienes a un país de habla inglesa, las cosas van mucho más fluidas y sin darte cuenta te dejas “sumergir” en el idioma y vas absorbiendo poco a poco todo lo que llega a tus oídos y vista.»
Es interesante conocer las técnicas que un extranjero utiliza para aprender inglés en el país de origen, por ejemplo, nuestra chica nos cuenta que cuando llegó a UK «me apunté a un curso de inglés porque al principio necesitaba desarrollar rápidamente mi nivel oral.
Después de la academia, decidí aprender inglés por mi misma, interactuando todo lo posible con la familia inglesa con la que vivo e intentando hacer amigos de otras nacionalidades para “obligarme” a hablar en inglés. Básicamente lo que intento hacer es escuchar la radio y televisión todo lo que puedo, intentar “copiar” el acento y pronunciación que oigo a la familia inglesa y hablar con toda persona de habla inglesa que me encuentre.» Estas técnicas, las del día a día, son las que realmente funcionan y qué mejor manera que practicarlas en un país anglosajón, ah?
Andrea nos sigue contando, «cuando vine pensaba que mi inglés era malísimo, que no iba a poder entender nada y que estaría muda la mayor parte del día. Tras 6 meses me veo capaz de hablar de bastantes temas diferentes, me veo con muchísima más fluidez y sobretodo con un buen acento y pronunciación.
El vocabulario va llegando poco a poco, cada día aprendo alguna palabra nueva y la gramática… bueno, la gramática la voy corrigiendo y estructurando las frases mejor. Más de una vez me lío a la hora de decir “he” o “she”, “her” o “his” o cosillas así, pero supongo que después de un millón de años mi cabeza acabará formulando bien las oraciones.» Esta confusión de «she» vs «he» es un o de los errores típicos que cometemos los hispanohablantes.
Le pregunto a Andrea si cree que ha sido una buena idea haberse ido al extranjero y entusiasmada me responde: «Ha sido una buenísima idea porque estoy descubriendo cosas que sin venir aquí no podría haber hecho a parte de que estoy mejorando mi inglés de una forma que nunca podría haber hecho en España por mi misma.
Andrea no tiene pensado volver a España…así engancha el Reino Unido: «De momento no tengo pensado volver, aunque tendré que volver algún día para terminar la carrera. Aquí me siento a gusto, me gusta el clima (me encanta el frío y la lluvia) y lo único que echo de menos es, obviamente, a mi familia y amigos, a mis perros y sobretodo a la paella de todos los domingos con mi familia.»
Todos nos acordamos de la paella casera cuando vivimos en el Reino Unido…debe ser un gen que los españoles llevamos en la sangre 😉
Andrea nos explica que sabe perfectamente que no es recomendable juntarse con españoles «porque sino no aprendes inglés, pero estando aquí necesitas a alguien que llene el vacío que tienes estando sola aquí, separado de tu familia y amigos.»
Ese es uno de los grandes problemas que tenemos al llegar a un país anglosajón, y, dentro de lo posible, es importante evitar a la gente de habla hispana, sobre todo si solo vas a pasar una temporada corta.
Con todo esto nos despedimos de nuestra valiente Andrea y lea deseamos ¡TODA LA SUERTE DEL MUNDO!!