Como ya he explicado por ahí, cuando me fui a vivir a Londres, mi nivel de inglés era lo que nosotros llamamos “intermedio” (es decir, pésimo). Cometer fallos constantemente era mi sino.
No hablaba ni papa ni me enteraba de lo que me decían. Muchas veces pensé en tirar la toalla y volver a España a la tranquilidad que me proporcionaba mi castellano/catalán pero, como soy cabezota (stubborn as a mule), me quedé en Londres el tiempo suficiente como para conseguir estar a prueba de bombas 😉
Mi primer trabajo fue como acomodadora en un teatro; teníamos que vestir un uniforme horroroso con una corbata aun más fea, teníamos que vender helados de Ben & Jerry en los intermedios que, por cierto, de cada dos que vendía, me comía uno (los teníamos a mitad de precio…), no me extraña que me engordara como una vaca en mi época en el teatro…pero es que estaban deliciosos, me encantaba el Chocolate Fudge Brownie y el Chunky Monkey, pero el Banana Split me daba un poco de asco.
Sí, los probé todos, «control de calidad» le llamaba (para saber lo que vendía, ejem…). No es broma, en ese tiempo, entre que cenábamos take aways del McDonalds y los heladitos de los c***nes, me faltaban dos kilos para que Greenpeace me protegiera :-/
Pero no todo era malo.
Pude venderle helados a Brendan Fraser, Cher, Richard Harris, Michael Caine, Kate Winslet, Pierce Brosnan, y a un largo etceterá. Yo, con mi carita de ensaimada menorquina (o «coca bamba«), con esos mofletes rellenos de cheesburgers y mi inglés “intermedio”, recomendaba los mejores helados a los artistas más reconocidos del mundo.
Ya me he ido por las ramas. A ver, concentración, please!
En el teatro, debido a mi nivel tan admirable de inglés metí la pata un montón de veces. Yo intentaba imitar a mis colegas en todo, porque, como os podréis imaginar, no entendía las instrucciones de mi jefa que hablaba con acento Cockney.
Así que me limitaba a copiar lo que hacían y decían mis compañeros como un lorito. Pero al principio no tenía yo el oído muy fino y cuando los otros acomodadores recibían a los espectadores con una amable “Hi there!” (una expresión informal para decir “hola”), yo entendía “Hi dear!” (Hola querid@) y lo soltaba.
“Dear” solo se lo puedes llamar a quien tengas mucha confianza ( o en una carta), a un familiar o a un amigo, no a la Madam y al Sir de turno que se emperifollan para ver a Jessica Lange en el escenario. Me miraban raro, pero no me di cuenta de mi error hasta que pasaron unos meses. Es decir, había llamado “querido/a” a media Inglaterra.
Cuando los espectadores llegaban tarde no podíamos introducirlos en la sala hasta que hubiera un cambio de escena (o en el intermedio) para que no molestaran al público que había sido puntual…ya os hablé sobre la puntualidad inglesa…entonces los dirigíamos a la “TV Room”, la sala de la tele, donde desde una pantalla podían seguir lo que estaba sucediendo en la obra hasta que pudieran sentarse en sus asientos.
Todavía, en ese entonces, no conocía la gran diferencia entre los sonidos de la “B” y de la “V” en inglés. Pincha aquí para ver la diferencia. En inglés la “v” suena casi como una “f”, mientras que la “b» es bilabial y mucho más suave.
El tema es que yo les decía que me acompañaran a la “TB room”, que al cabo de los meses descubrí que “TB” era una abreviatura para «tuberculosis». Pues eso, los llevaba directamente y sin prisas, a la sala de la tuberculosis. Mucho cuidado con vuestras “Vs”. Podéis practicar la pronunciación con la magnífica tabla de la BBC.
Un día, el actor principal estaba enfermo y actuaba su sustituto. Teníamos que informar al público de este hecho. Muchos espectadores se enfadaban y se iban porque querían ver al actor principal, no al suplente. Los acomodadores aguantábamos las broncas con estoicidad e informábamos al siguiente espectador de la cola.
El problema es que yo me llevé más broncas que nadie. Pensé que era por ser española. Pero luego resultó que no les estaba anunciando a los espectadores que el “understudy” (actor suplente) actuaría en lugar del actor principal, sino que les aseguraba que era el “undertaker” quien tomaba su lugar. “Undertaker” significa en inglés «enterrador» :-/…nadie quería ver al enterrador del pueblo sustituyendo a una estrella de Hollywood…
Ya para acabar, una última anécdota. Casi me echan del curro por insultar a mi jefa. Sí, ya sé que no es lo más apropiado para hacer con un jefe, pero a veces, como he explicado antes, mis dotes de imitación fallaban un poco.
Resulta que cuando alguien hacía algo bien o hacía un favor a alguien, la jefa tenía la costumbre de decir “You’re a star!” (eres una estrella). Aunque “star” parece muy fácil de entender, la verdad es que con según que acentos y sin prácticas de listening, no dilucidaba muy bien qué palabra estaba usando exactamente, pero sabía que era una palabra con una connotación positiva.
Un día que mi jefa me hizo el favor de cambiarme un turno, le dije: “You are a slut!”…de repente mi jefa, que era negra, se quedó blanca, yo pensé…”ya la he vuelto a cagar”. Rápidamente recobró su color y me dijo en un tono neutro: “You mean “star”, don’t yah?”, yo rápidamente contesté con mi inglés macarrónico: “of course, of course” y salí de su despacho cagando leches! “Slut” significa zorra, guarra, furcia, p***. Ooops!!
Si habéis metido la pata con el idioma inglés, me encantará que me enviéis un mensaje explicándome vuestra anécdota y escribiré un post con vuestras meteduras de pata. Si queréis que salga vuestro nombre, también lo incluiré en el artículo, ok?
Cheers!
No te pierdas «Los 10 errores más comunes que cometemos los hispanohablantes al hablar inglés».
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