5 cosas que NO debes hacer al aprender INGLÉS

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5 cosas que NO debes hacer al aprender INGLÉS

Aprender un nuevo idioma no es nada fácil, da igual si es inglés, francés, ruso, chino o el que sea, y si te intentan convencer de lo contrario, te la están intentando colar (te lo digo por experiencia).

Lo peor es que aún sabiendo que es difícil, y que nos equivocaremos montones de veces hasta dar con la tecla, seguimos empeñados en intentar evitar varios errores que insisto, son tan típicos como necesarios para seguir aprendiendo.

Pero el problema en sí no es equivocarnos, sino lo que se nos pasa por la cabeza cuando lo hacemos.

Solemos pensar que cometer errores es sinónimo de que no valemos para esto o aquello, que estamos perdiendo el tiempo o más chorradas así…pues bueno, nada más lejos de la realidad.

Equivocarnos cientos o miles de veces, como os expliqué en este post: «El Interlenguaje o por qué es bueno equivocarse al aprender inglés», es la mejor forma para seguir avanzando en un idioma, ya sea en la gramática, el speaking, el vocabulario, etc, etc…

Y ahora quiero que pienses lo siguiente: ¿Qué pasaría si además de equivocarnos, dedicásemos 1 ó 2 minutos a comprender por qué nos perjudican estos errores?

No me refiero a martirizarnos pensando si somos más o menos cafres en el idioma, sino más bien a entender por qué no debemos repetirlos y qué beneficio sacamos de ello.

Pues precisamente en eso consiste este post, en identificar 5 errores al aprender inglés que todos/as hemos cometido (o que seguimos haciéndolo) y a entender por qué debemos evitarlos, todo un 2 x 1.

CLASES DE INGLÉS ONLINE

1)Estudiar más vocabulario del necesario

Estamos de acuerdo en que sin un mínimo de vocabulario, no vamos a ninguna parte.

Ya puedes conocerte al detalle la lista de verbos irregulares porque de poco te van a servir si te falta justo la palabra que necesitas para seguir una conversación.

Pero ojo, el vocabulario también puede volverse un arma de doble filo si intentamos procesar toda la información que nos llega de 1000 topics y de miles de fuentes distintas.

Aprender un nuevo vocabulario, incluso si es una única palabra, ya requiere un mínimo esfuerzo para entender su significado, pronunciarla correctamente y utilizarla justo en el contexto adecuado.

Pues imagínate ahora cientos de palabras del mundo del deporte, del cine, de la política, del espacio exterior…intentando organizarse en tu cabeza (es agotador si lo piensas).

Debemos comprender (y aceptar cuanto antes) que aprender un idioma no consiste en memorizar palabras una detrás de otra, sino que deben tener un uso práctico y que podamos extrapolar a nuestro entorno más cercano.

Como se suele decir: “el que mucho abarca, poco aprieta” («Don’t bite more than you can chew») y creo que viene al dedillo en este caso.

Un correcto aprendizaje debe pasar obligatoriamente por filtrar toda esa ingente cantidad de información que nos llega y quedarnos solo con lo realmente necesitamos, tanto para evitar un sobrecalentamiento de neuronas (que de poco nos va a servir) como para no perder el interés por seguir aprendiendo inglés.

2)No prestarle atención a la pronunciación

Es muy típico intentar dominar la gramática, las formas verbales, el uso de un término u otro…pero parece que le tenemos un poco de tirria (o miedo) al listening.

En parte puede deberse a que en español tenemos un único sonido para cada vocal (la a es “a”, la e es “e”…) y es casi imposible no visualizar una palabra claramente en nuestra mente cuando la escuchamos o leemos, aunque sea por primera vez, porque solo tenemos una forma de pronunciarla.

Por desgracia, no podemos aplicar esta misma dinámica al inglés por la gran diversidad fonética que tienen los angloparlantes.

En inglés, una misma vocal puede pronunciarse de varias formas según sea la palabra o incluso la propia zona geográfica donde se diga, y todas son perfectamente válidas.

Aquí va un ejemplo, la palabra “Australia” en español solo tiene un sonido para la vocal “a” ¿verdad? Pues en inglés tiene hasta 3 sonidos distintos (uno para cada “a”) y se pronunciaría “ostreilia” ➡VÍDEO Palabras que se escriben con ‘AU’ pero se pronuncian ‘oo’ 

Pues es exactamente igual pero con una infinidad de palabras más.

En el caso de muchos hispanohablantes, es típico intentar aprendernos tan “bien” la palabra en sí misma, que luego podemos escucharla en un podcast o de la propia voz de un nativo y no ser capaces de reconocerla (bastante irónico la verdad), y ya de pronunciarla bien ni hablamos…

La pronunciación en inglés es un aspecto clave al que debemos dedicarle todo el tiempo que haga falta, ya sea para seguir mejorando en el idioma, para poder comunicarnos con otras personas o simplemente, para entender lo que dice el personaje de nuestra serie favorita 😉

3)No optimizar los recursos

Al aprender un nuevo idioma, es de vital importancia sacarle el máximo provecho a nuestro tiempo de estudio.

En la actualidad, hay una gran variedad de opciones al alcance de todos (profesores, metodologías concretas, páginas web, podcasts…) y aún así, es muy frecuente adherirnos a un único método de trabajo y seguirlo a rajatabla como si no hubiese nada mejor.

El problema viene cuando a pesar de todo ese tiempo y esfuerzo, no vemos progreso alguno en nuestro nivel de inglés o no todo el nivel que deberíamos haber alcanzado

Por ejemplo, no acabamos de entender las formas gramaticales, no podemos sacar ideas concretas de un podcast, no le encontramos sentido a los Phrasal Verbs

Yo creo que frustrante es quedarse cortos, y mucho.

Además, ¿cómo es posible que si estamos siguiendo un súper programa para aprender inglés (vamos a decir que el mejor del mundo) no estemos avanzando como se supone que deberíamos?

Seguro que ya te haces una idea de la respuesta…

Pues porque cada persona es única y evidentemente, un mismo método no va a funcionar igual para todo el mundo.

Un recurso o fuente puede ser la hostia para alguien en particular (por ejemplo para ti) y a mí no servirme absolutamente para nada.

¡Pero espera! No se trata de criticar el método de trabajo de otras personas. De hecho, hay grandes profesionales en el mundillo de la educación y no sería justo darles la importancia y el respeto que se merecen. Se trata más bien de puntualizar que no es buena idea generalizar cuando se trata de un idioma, ya que cada uno aprende y mejora a su propio ritmo, más o menos rápido, pero siempre en la dirección correcta.

Así pues, optimizar los recursos no consiste únicamente en extraer todo lo útil de un método de trabajo en concreto, sino también a aprender a descartar aquellas otras opciones que no nos estén aportando nada.

Pero para optimizar y descartar, hay que hacer algo muchísimo más importante antes, y es comparar opciones.

Un gran punto de partida es informarse bien sobre el método para aprender inglés que vamos a seguir, es decir, ver qué vamos a aprender, como vamos a hacerlo, en cuanto tiempo… o simplemente, probar varias opciones hasta encontrar una con la que verdaderamente nos sintamos cómodos, that´s up to you!

También es posible que esto nos lleve algún tiempo (no todo iba a ser tan fácil como ya te imaginarás) pero ten presente que los mejores resultados siempre se consiguen con una buena base.

Así pues, trabaja con calma, sin prisas, tómate todo el tiempo que necesites y recuerda, sé inteligente a la hora de elegir en qué invertir tu tiempo y dinero (creo que este puede ser de los mejores consejos que escucharás hoy).

4)Huir de los problemas

Más fácil decirlo que hacerlo, ¿no te parece?

Aprender inglés no es ni podrá ser nunca a bed of roses (un camino de rosas) y por mucho que busquemos evitarlos, los problemas y las dificultades estarán siempre presentes, tanto si pretendes sacarte una titulación como si lo que buscas es comunicarte mejor con otras personas.

Tampoco es fácil (ni mucho menos posible) enumerar todos los problemas con los que te podrías encontrar al aprender inglés. De hecho, para mí sería muy fácil enumerar los problemas con los que yo me encontré en mis inicios y que seguramente también te pasen a ti (que darían para 3 o 4 posts, todo hay que decirlo).

¡Pero no es eso lo que estoy buscando!

Quiero que comprendas que da igual cuál sea el nivel de inglés del que partas, no importa si quieres pasar de un B1 a un B2 o de un C1 a un C2.

Lo realmente importantes es que para mejorar tu nivel de inglés, tendrás que enfrentarte antes o después a estructuras y conceptos con los que posiblemente no te encuentres cómodo/a (ni llegues a estarlo, pero es lo que hay).

Por ejemplo, ¿Cómo sería prepararse para un examen oficial de inglés y una de las competencias fuese el subjuntivo? (bastante chungo por cierto)… Cualquiera podría decir “hay muchas lecciones más”, “porque me deje una no va a pasar nada”… Entonces te presentas al examen y por una u otra razón, la cosa no pinta bien y la única forma de aprobarlo es hacer perfect el ejercicio del subjuntivo.

(Casi puedo escuchar al universo diciendo: “I told you”)

Obviamente éste es un ejemplo como cualquier otro pero seguramente ya hayas pillado el concepto. Las dificultades siempre estarán ahí y por desgracia, no contamos con muchas opciones con las que hacerles frente… podemos intentar obviarlas (y que con suerte no nos perjudiquen mucho a largo plazo) o podemos dedicarle un esfuerzo extra.

Se podría investigar la temática en más profundidad, trabajarla, barajar otras opciones… o sencillamente pedir ayuda.

¡Nadie dice que tengas que hacerlo por ti mismo/a! De hecho, puede ser justo el empujón que necesitas y más aún, si aplicas justo el método que sabes que a ti te funciona.

Sea como sea, el progreso lleva su tiempo, pero la satisfacción personal de entender un concepto difícil, de dominarlo y de poder usarlo cuándo y cómo hace falta (en un examen o en tu vida diaria) difícilmente se puede superar.

aprender inglés5)Perder la motivación

Este no es un “error” como tal porque no es algo que hagamos mal, pero sí que es algo que nos afecta negativamente, y mucho.

Déjame que te pregunte:

¿Por qué quieres aprender inglés?, ¿para conseguir un título en particular?, ¿para viajar?, ¿para fardar delante de tus amigos/as de lo bien que hablas con los extranjeros? ¿para ligar?…Pues me parece de puta madre, cualquier motivo vale para aprender algo de inglés 😉

El problema como tal es olvidar por qué lo estamos haciendo (no te estoy echando la bronca, nos pasa a todos/as y es de lo más natural). Diría que estar motivados para aprender inglés es casi (o más importante) que sabernos todas las estructuras gramaticales que existen y es porque conlleva algo muy sencillo pero crucial: ser capaces.

Implica ser capaz de investigar una expresión que nos ha hecho gracia hasta dar con el significado, aprender a pronunciar una palabra súper rebuscada, memorizar 20 verbos seguidos y retenerlos… uff, significa bastante si lo piensas de ese modo.

Evidentemente, nadie está motivado/a las 24 horas del día (ni mucho menos todos los días) y si lo consigues, te felicito porque eres un crack. Es realmente difícil mantener ese ritmo de motivación a lo largo del tiempo pero peor aún es dejar una lección a medias y retomarla, por ejemplo, dos semanas después.

Seguro que te ha ocurrido que no sabes dónde has puesto el móvil y lo has tenido en la mano todo el tiempo (aquí no hay mentiras que valgan, esto nos ha pasado a todos 😉 Pues peor es intentar acordarte de algo que aprendiste dos semanas atrás (o más tiempo…).

Dicho esto, no te voy a decir que estés todos los días al pie del cañón porque sería un consejo inútil, pero sí que te dediques el tiempo necesario para descansar, reflexionar, recuperar la motivación y volver al lío con más fuerza e ilusión que antes si es posible.

Y si has llegado hasta aquí leyendo, estoy segura de dos cosas: la primera es que eres un/a maquina por haberte comido toda la parrafada ? y segunda, que te has tenido que sentir identificado/a, como mínimo, con 3 de los casos que te he comentado (sino todos).

Pero lo más importante, espero que te haya sido de utilidad 😉

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